miércoles, 26 de noviembre de 2008

Sucesos Encadenados


En mi momento de descanso en mi fin de semana, decidí liberarme de la computadora, de los libros y de los quehaceres domésticos y me senté frente a la caja que enajena y pues casualmente comenzaba esa película de amor, que para muchos puede pasar muy tonta, muy rosa y extremadamente romántica “50First Dates”

Bueno no lo niego para mi también lo es, sólo que esta vez lo vi con otros lentes y pude ver algunas otras, y aprender otra cosa que no sean los chistes triviales norteamericanos.

Además de informarme acerca de las formas en que uno puede perder los diversos tipo de memoria, reflexione acerca del amor tan grande que puede tener un hombre cuando encuentra al objeto de su afecto. Y vaya que hay diversas formas en las que los hombres se atreven a demostrarnos cuanto nos quieren inventando cosas para hacernos la vida más simple, aventándose del paracaídas, cantando en altas horas de la noche fuera de nuestra casa exponiéndose a que algún vecino lo denuncie a la policía, o pidiendo opiniones en una tienda para comprarnos alguna prenda muy sugerente, en fin el punto es que hacen muchas cosas interesantes para alagarnos… y ¿por qué comente esto? Ah! Si .

La película no solamente cuenta con unos lindos paisajes sino que además cuenta con un excelente soundtrack pasando por Bob Marly, No doubt, el mismo Adma Sandler, Fergie, hasta llegar a Israel Kamakawiwo’ole, y es precisamente de este último que me inspiro a realizar una búsqueda sobre la letra de su canción Somewhere Over The Rainbow, y encuentro que está basada en aquella canción que cantara Judy Garland entonara en la película de El mago de Oz, para la cual la música fue compuesta por Harold Arlen y su letra escrita por Yip Harburg. Pero la canción de Israel, esta inspirada en otra canción llamada Song to the Moon la cual se escribió para la opera “Rusalka”, Antonín Dvořák.

Měsíčku no nebi hlubokém,

světlo tvé daleko vidí,

po světě bloudíš širokém,

díváš se v příbytky lidí.

Měsíčku, postůj chvíli,

řekni mi, kde je můj milý!

Řekni mu, stříbrný měsíčku,

mé že jej objímá rámě,

aby si alespoň chviličku

vzpomenul ve snění no mne.

Zasvit mu do daleka,

řekni mu, kdo tu naň čeká!

O mně-li duše lidská sní,

af se tou vzpomínkou vzbudí!

Měsíčku, nezhasni, nezhasni!

Luna, que con tu luz iluminas todo

desde las profundidades del cielo

y vagas por la superficie de la tierra

bañando con tu mirada el hogar de los hombres.

¡Luna, detente un momento

y dime dónde se encuentra mi amor!

Dile, luna plateada,

que es mi brazo quien lo estrecha,

para que se acuerde de mí

al menos un instante.

¡Búscalo por el vasto mundo

y dile, dile que lo espero aquí!

Y si soy yo con quien su alma sueña

que este pensamiento lo despierte.

¡Luna, no te vayas, no te vayas!

Y entonces comencé a explorar en internet acerca de esta Operá y resulta que es del estilo de tragedias griegas o de esas del estilo del Anillo de los Nibelungos, es como un origen a esos cuentos de sirenas que capturan para siempre el alma de un hombre hasta llevarlo a la muerte.

En fin pues esa fue la serie de eventos que me llevaron de la mano a pensar en mi objeto de mi afecto que tanto amo y que lo necesito para poder completar y realizar los planes que la vida tiene para mi.

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